miércoles, diciembre 19, 2012

Día de lluvia en diciembre...

Estoy sentada frente al computador, escuchando la lluvia, Pedro Aznar me acompaña. estamos cerca del fin del mundo dicen, yo solo pienso en lo difícil que ha sido este año para mi. Cambian las formas de vida y del amor. Decepcionarme del mundo y de la vida, dejar de soñar.
Pero, a pesar de todo eso levantarme tomar lo que se pueda para seguir aferrada a algo, caminar con mi lluvia interna y solitaria hasta encontrar la luz. 
Amar distinto es diferente, como un viento fresco de primavera, y mi otoño ha sido demasiado largo, juro que ame con todo el corazón,  pero eso mucha veces no basta. Y cuando ya creí que estaba de pie, muere mi amigo Manuel, ese hombre extraordinario que me acompaño en tantos momentos literarios, cinefilos, artísticos y malos instantes. Un hombre recto y demasiado culto para su época. Tengo que plasmarte aquí mi amigo Manuel, para que mas de alguno sepa que fuiste gigante, que eras un hombre simple y sensible a la vez, y no sabes cuanta falta me haces... Pero tu destino era volar alto por los cerros de recoleta.
Sigo avanzando, descubriendo, soñando, he vuelto a reír de la mano de las personas mas bellas, y las palabras vuelven como hojas diminutas de mi vientre, de mi mente a mis manos. Este año debe terminar, pero no se preocupen mi alma se alimenta de mi fuerza interior, que es lo único que me puede salvar. Por eso verán en mi una alegría verdadera a pesar de todo, y saben por que, porque entregue siempre todo lo que podía y mas, porque en mi no hubo malas intenciones y porque siempre intente ser hombro y luz. Lo que me espera mas adelante no lo se, pero le haré frente, como nuestras mujeres ancestrales que guardan por siempre sus secretos y son el manantial vivo que renueva a los pueblos...

Ivy.

1 comentario:

Mario. dijo...

lluvias y lunas, soles y vientos, suspiros y risas para tu alma hermana